El arte de educar en positivo:

La educación EN POSITIVO,  es ayudar  a interiorizar y exteriorizar los valores  que deben orientar e inspirar toda su vida. Estos valores son la carta de identidad que les permitirá enfrentar con éxito todo lo que deben emprender.

Desarrollo de la personalidad en el cumplimiento de los deberes, derechos dentro de un proceso de formación integral (física, psicológica, intelectual, moral, afectiva, ética y rescate de valores) a los alumnos de la Institución.

  • La comunidad educativa formará en el respeto a la vida por medio de la tolerancia, la libertad, la autoestima, sentido de pertenencia y la caridad fraterna.
  • Estudio y compresión crítica de la cultura regional a través de actos culturales, olimpiadas académicas, centros literarios, festivales, teatro, danza, etc. Incentivar en la investigación y consulta sobre temas de interés regional, departamental, nacional y mundial.
  • Formación hacia  la práctica del trabajo en el sector productivo de la región, mediante conocimientos técnicos y habilidades.
  • Brindar de acuerdo a las capacidades y habilidades, conocimientos científicos y tecnológicos  del momento en las diferentes ramas del saber.
  • Fomento de la salud, higiene, recreación, utilización del tiempo libre y prácticas deportivas.
  • Comprometer a la comunidad educativa en la conservación, protección y/o  mejoramiento del medio ambiente.

Nuestra Metodología se basa en:

Los tres pilares:   Razón, Religión y Amor

RAZÓN: La base de la racionalidad educativa de Don Bosco está en su confianza en la bondad de los niños y en su apertura a la verdad. Los jóvenes necesitan que el educador crea en sus fuerzas interiores positivas para ayudar a potenciarlas y hacerles cada vez más sujetos  activos, críticos y creativos en los procesos educativos, sociales y culturales que deben vivir, procurando que ellos sean los protagonistas de su propio crecimiento tanto humano como espiritual.

Esta confianza y actitud de animación se manifiesta a través de:

  • Diálogo interpersonal.
  • Educación atendiendo la motivación y valores.
  • Educación desde lo positivo.
  • Potencializando la riqueza interior de cada uno.

Amor preventivo.-

Hoy uno de los mensajes importantes en educación se refiere ciertamente a la prevención, su urgencia, sus ventajas, su alcance y, por tanto, las responsabilidades que lleva consigo. La prevención se va imponiendo con datos cada vez más claros y debe ser asumida como principio para  llevarla a la práctica eficazmente.  La prevención permite a la mayor parte de los  niños y jóvenes verse libres del peso de las experiencias negativas, que ponen en peligro la salud física, la maduración psicológica, el desarrollo de las potencialidades, la felicidad eterna.

La “Prevención”, entendida como una intervención precoz y difundida, no tanto en sentido negativo como portadora de desvalores, sino con un sentido positivo, es decir promoción de iniciativas aptas a orientar los recursos sanos de los grupos juveniles hacia proyectos atractivos y predisponer para ellos oportunidades válidas de crecimiento. Mejor abrir horizontes precoces, que imponer prohibiciones precipitadas.

La prevención, por tanto, no es solo un método para aliviar el malestar, la situación de crisis o para prevenir sus efectos. Prevenir es crear las condiciones adecuadas para que cada niño(a),  joven desarrolle todas sus potencialidades. Por esta razón, se promueven ambientes abiertos, que ofrecen una gama variada de posibilidades e iniciativas, especialmente aquellas habituales hoy en los nuevos lenguajes juveniles: la música, el teatro, el deporte, y medioambiental, medios significativos de recuperación y de acción preventiva, unificados en un proyecto global, que presta atención especial a la presencia constante y activa, y al acompañamiento personal de cada joven.

RELIGIÓN:   La religión es para Don Bosco el esfuerzo  por llegar a la profundidad de la conciencia. La meta es ayudar a los niños y jóvenes a construir su propia personalidad fundamentada en la práctica de las enseñanzas de Cristo. Como educadores debemos ser ejemplo ante nuestros alumnos del Amor de Dios para sus vidas, basándonos en ser como el Buen Pastor que se preocupa de todas sus ovejas y le pone especial atención a las más necesitadas.

La religión no es basada en teoría sino en vivencia de los Sacramentos, de la vida de oración, de la escucha de la Palabra, de propiciar momentos concretos de vivencia de experiencias positivas que permitan alimentar el amor a Dios y al prójimo.

AMOR: Para Don Bosco es el alma del sistema educativo y lo llama con una palabra nueva Amorevolezza, dando a conocer a los niños y jóvenes que son amados y que ellos perciban el amor. La labor educativa no se impone con autoridad, se transforma con el respeto, el cariño, la confianza y el amor. El educador(a) debe participar junto con sus alumnos de las actividades con entusiasmo y familiaridad, cuidando siempre que debe haber disciplina y firmeza al momento de formar, pero convenciendo que la disciplina es otra expresión de la amorevolezza que debe existir en un ambiente y clima de formación. La amorevolezza se ve reflejada a través de la cordialidad, el afecto demostrado, el afecto operante que busca siempre el bien y hacer conocer y elegir el bien ante cualquier egoísmo o desorden, el afecto incondicional donde a pesar de las debilidades siempre se es amado por la convicción que siempre se puede mejorar, y el afecto casto evitando cualquier apego desmedido que pueda deformar.